Existe un plan de desestabilización regional que avanza rápidamente. El objetivo es la destrucción del socialismo del buen vivir. Aunque esto ha sido denunciado profusamente por intelectuales y líderes políticos como Rafael Correa, Evo Morales y Nicolás Maduro, la prensa oligárquica se apura en calificar estas denuncias como paranoicas.  Es la vieja estrategia de desvirtuar al mensajero para debilitar el mensaje.