Cuando eres rico conserjes, recepcionistas, guardias de seguridad y camareros son tus amigos. Te sonríen, te miman y se alían contigo. Quizá quien ha nacido rico no encuentre nada extraordinario en este hecho, pero todos los chicos pobres de barrio hemos crecido creyendo que el trabajo de conserjes, recepcionistas, guardias de seguridad y camareros consistía en echarnos de los portales, decirnos que allí no podíamos entrar y enseñarnos el cartel de reservado el derecho de admisión.