“Oponerse a la salud como mercancía, y defender la salud como lo que es, un derecho”
En los años 60, de 3.300 médicos que había en Cuba, quedaron solamente 300. El programa de mayor éxito que tenemos es el de la atención materno-infantil. En el año 1959 la mortalidad infantil era del 61 por mil, y en 2012 era de 4,6 por mil nacidos vivos. Luego nuestro mayor logro se refiere a la medicina primaria, de los médicos de familia, ya que el 85% de las enfermedades se curan en la atención primaria. Tenemos un médico por cada 159 habitantes. Nosotros hemos fortalecido nuestra propia industria farmacéutica [importan menos del 20% de las medicinas que consumen]
La voz de los que no votaron
Como si no existiera, ninguna candidatura menciona siquiera el recurso fundamental en base al cual vive y se reproduce la economía chilena: el cobre. Ninguna de las candidatas menciona su recuperación soberana para la República. La razón es clara: ¿Cómo enajenarse a los empresarios de las transnacionales principales donantes de ambas candidaturas?
¿Cómo creer las propuestas de las candidatas cuando Alianza y Concertación en casi 24 años de gestión se han negado sistemáticamente a abordar los privilegios irritantes que dividen irremediablemente la sociedad chilena?
¡Salud digna para Chiloé ahora! ¡Salud digna para Chile ahora!
A dos semanas de entregada una misiva para el presidente de la república a su ministro de salud, las Asambleas Sociales del territorio insular de Chiloé nos queremos dirigir a los vecinos y vecinas del territorio insular y a los vecinos de todo Chile. Señalamos en dicha carta el nulo avance de los petitorios tanto comunales como provincial diseñados con la seriedad y urgencia con que nuestras asambleas sociales han asumido la defensa de un derecho humano fundamental como es el derecho a una salud digna.
Aristolochia: ¿inocente o culpable?
La mayoría de la población chilena poco a poco volvía a retomar sus labores, luego de los excesos hasta ahora inherentes a las fiestas patrias cuando una noticia -entre muchas- anunciaba: “Científicos descubren que humilde agüita de hierbas produce cáncer”. Entonces, ante la envergadura de titulares como ese o, más aún, cuando la realidad es recuperarse del estrés al cual fue gentilmente sometido el organismo al festejar las fiestas patrias bebiendo alguna infusión de hierbas, lo más natural es sorprenderse y al mismo tiempo espantarse dado el alcance de la primicia.
En Chile los hospitales son un matadero de los pobres
Enfermarse en nuestro país equivale a ser condenado a muerte sin necesidad de activar un pelotón de fusilamiento: basta que caigas en un hospital público, donde hay muy pocos especialistas y, si agregamos que tiene la mala suerte de vivir en una ciudad alejada, con un hospital de última generación, como en Tocopilla, o para rematar, en la aislada ciudad de Quellón, ambas sin médicos, es mejor prepararse para pasar al otro mundo – que también cuesta, como mínimo, $500.000 entre la urna, tumba y el cura, con su agua bendita, que también se paga; acordémonos que en Chile nada es gratis, incluyendo la muerte -.