La legitimidad hoy es un bien de primera necesidad. Mi reino por un caballo gritó el TC y aceptó la copa de oxígeno, emulando a los partidarios de Piñera en el Congreso. Hace pocas horas el presidente ha promulgado oficialmente su derrota, que conlleva consecuencias insospechadas en el plano de la gobernabilidad, pero Piñera tiene la pulsión de la guerra y aún en la soledad absoluta sentirá que tiene juego.