Sin patologizar a la gente que escoge no comprometerse en la resistencia, esta última aparece como la reacción más sana frente a la opresión. Existen varias reacciones a una situación opresiva: resignación, capitulación, asimilación, aislamiento, alienación y resistencia. Hay una definición del trauma que me ha dejado huella: el desastre de la impotencia. Las personas que pueden resistir no han llegado a ese nivel de impotencia y conservan su capacidad de actuar, y esto les humaniza y les protege de la consecuencias graves del trauma.