El Grupo Luksic organizó una consulta entre los vecinos de Caimanes para imponer ‘democráticamente’ su voluntad, para de esa forma no cumplir con el fallo de la Corte Suprema. Para estar seguro que ganaban seleccionaron a un grupo de vecinos que ellos sabían o suponían que votarían por su propuesta. A pesar de seleccionarlos, ni siquiera llegó el 70% a votar. Según las normas fijadas por ellos mismos, la consulta quedó invalidada, puesto que el quórum debía ser el 70% de participación”.