Aquí habemos compañeras Zapatistas de diferentes lenguas originarias.  Ya van a escuchar las palabras colectivas de las mujeres de cada zona. No estamos todas. Somos muchas más y es mucha más la rabia y el coraje que tenemos. Pero no nada más por nosotras es nuestra rabia, o sea nuestra lucha, sino que por todas las mujeres que son violentadas, asesinadas, violadas, golpeadas, insultadas, despreciadas, burladas, desaparecidas, presas. Entonces te decimos, hermana y compañera, que no les pedimos que vengan a luchar por nosotras, así como tampoco vamos a ir a luchar por ustedes. Cada quien conoce su rumbo, su modo y su tiempo. Lo único que sí les pedimos es que sigan luchando, que no se rindan, que no se vendan, que no renuncien a ser mujeres que luchan.