50 años de la masacre de Tlatelolco: el octubre rojo mexicano
Plaza de Tlatelolco. 2 de octubre de 1968. Más de 500 estudiantes asesinados en pocos minutos.
Veinte minutos después del inmenso tiroteo, el silencio se apoderó del gigantesco escenario; los muertos y los heridos se amontonaron en el suelo junto a zapatos, chaquetas y bolsos que la gente perdió mientras huía para refugiarse de las balas. La historia de México había cambiado y el entusiasta e inocente movimiento del 68 nunca volvería a ser pacífico. En general, la sociedad mexicana nunca volvería a conocer la paz integral con el Estado. Después llegó la llamada «Guerra de baja intensidad», el narcotráfico a gran escala y las revueltas indígenas de Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
El Estado mexicano, acusado de juvenicidio
El brutal crimen de Estado y lesa humanidad perpetrado contra los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que ha horrorizado a la sociedad mexicana y provocado la indignación de millones de personas en el mundo, no ha sido una acción aislada y excepcional, una falla esporádica del sistema, sino una constante y sistemática política de Estado durante décadas. Lo que los monopolios de comunicación internacionales no han hecho público, tan sesgados para tratar el tema México, es que en los últimos ocho años, más de 120 mil personas han sido ejecutadas extrajudicialmente, mientras miles han sufrido desaparición forzada, y que de ellas, la gran mayoría son jóvenes y pobres. La mayor parte de las mujeres asesinadas y víctimas de la violencia de género son jóvenes.