Esta brutal manifestación de los estragos que causa el capitalismo ¿servirá para un proceso masivo de toma de conciencia y provocará un cambio profundo en el sistema, como piensan algunos? No lo sabemos. En todo caso no ocurrirá si la hegemonía ideológico cultural no cambia de campo y de ese modo las grandes mayorías comienzan a comprender que sí hay alternativas al capitalismo y se propongan participar activamente en la construcción y la puesta en práctica de un proyecto—totalmente inédito e innovador—verdaderamente socialista y auténticamente democrático.