Don Fernando, permítanos que lo felicitemos. Sus palabras son las de un demócrata, de un ciudadano que mira en la misma dirección que miramos y soñamos millones: construir un Chile  más justo, más humano, más solidario, más nuestro. Si ¡Aún quedan brasas, y no pocas, bajo las cenizas! Brazas para encender un hogar, uno que caliente y de cobijo a todas y a todos.