Nuestros servicios públicos tienen la tarea de transmitir información imparcial y objetiva a los espectadores y oyentes, otorgando en lo posible información objetiva y equilibrada sobre los acontecimientos mundiales. Esto no es el caso cuando se trata de la crisis en Venezuela. Estamos consternados y profundamente conmocionados por el hecho de que los medios suecos, incluidos aquellos que forman parte del bien público del país democrático y solidario que nos recibió, contribuyen hoy a presentar el intento fallido de golpe de Estados Unidos en Venezuela como un levantamiento popular contra un gobierno inepto.