Amo a la iglesia de aquí y ahora,
La iglesia pobre de nuestro continente,
Teñida de sangre, repleta de gente
De pueblos antiguos sin voz y derrotados
Amo a la iglesia de la solidaridad
Que se da la mano en santa igualdad.
Amo a esta iglesia que se acerca a la herida de su Cristo.
La iglesia de Puebla y Medellín, de Dom Elder, de Romero y Luther King, que vienen de la mano de Moisés, David, Isaías y Exequiel.
Amo a la iglesia que va con su pueblo sin transigir la verdad,
Defiende a los perseguidos y anhela la libertad.