En febrero del año pasado, un grupo de científicos internacionales publicó una declaración de consenso llamando la atención sobre los riesgos planteados por los niveles crecientes de exposición a herbicidas basados ​​en glifosato (GBH), especialmente a la luz de la clasificación de glifosato por la agencia de cáncer de la Organización Mundial de la Salud IARC como probable carcinógeno. Los científicos notaron los efectos disruptivos endocrinos (hormonales) de los herbicidas de glifosato en experimentos con tubos de ensayo y pidieron más estudios para aclarar si los niveles presentes en los alimentos y el medio ambiente pueden causar tales efectos en los seres humanos vivos.