El mundo se estremeció en noviembre de 1969 cuando el periodista Seymour Hersh reveló la masacre de My Lai (Vietnam): todos los seres vivos de la aldea habían sido aniquilados después de sufrir varios días de tortura y terror.
Y ahora ocultan al mundo las dimensiones de la tragedia que han causado a las gentes de Raqqa, mucho mayor que My Lai: 25.000 personas han sido atacadas por espadas, fusiles, bombas y misiles por dos grupos terroristas (Daesh y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)), dirigidas por EEUU y sus aliados. Raqqa no ha sido liberada, sólo ha pasado de la mano de un grupo terrorista a otro.