La dominación a través del intelecto conduce ineluctablemente a la subordinación de unos estamentos por otros. Por eso, es inaceptable. Porque dentro de la sociedad humana, nadie posee más derechos que otro; nadie está por encima de los demás. La subordinación de unos a otros es la más abyecta invención de la inteligencia humana, no de su racionalidad.