En la franja de edad que va de los 18 a los 24 años, el “No” alcanzó el 80% de las preferencias, mientras que el “Sí” superó al “No” únicamente entre los mayores de 65 años. La división parece todavía más nítida si se hace una lectura de la geografía electoral: el “No” ganó en todas las provincias del país, pero arrasó especialmente en los municipios habitados por clases populares de bajos ingresos, como las periferias de Atenas y Tesalónica. Por el contrario, los barrios de clase media alta –o alta, sin más– de esas mismas ciudades se inclinaron por el “Sí”.