Julián Assange a las puertas de la muerte
Ahora deberíamos llenar las redes sociales, las calles del mundo, las ventanas, deberíamos hablar en voz alta en todas partes, que se nos oiga por encima de los propagandistas asesinos, decir en todos los sitios públicos hasta que las paredes retumben, las cuatro palabras: LIBERTAD PARA JULIÁN ASSANGE.