Pero Efraín Barquero ha callado. Hoy, 29 de junio de 2020, mientras permanecemos encerrados por la pandemia, Ximena Troncoso me da la triste noticia del viaje postrero del poeta, de su regreso definitivo a Piedra Blanca, Curicó, a la casa donde la abuela prodigaba “el olor del pan y la manzana guardada”… Quizá ha vuelto, sin decírmelo, para reencontrar ese …punto invisible que guía a las abejas/ donde… /han puesto el pan y el vino a nuestro alcance/ para que siempre te acuerdes al extender la mano/ que estás tocando la mano de todos los hombres.