A primera vista, pueda este título parecer un tanto pretencioso: que el mundo pueda existir sin dinero (monetario o giral) parece hasta absurdo. Y no ocurre de manera diferente con la idea de sostener que sí es posible hacerlo, idea que, a muchos, puede resultar descabellada. Y es que el dinero se ha transformado en el modus operandi en torno al cual gira toda actividad social, su núcleo central, su essentia ratio.