¡Vaya como han retornado rápido a la política los legisladores y jefes de partido sobornados! Preparémonos para que muchos malhechores se reelijan en los municipios, levanten sus candidaturas para el Parlamento y alcancen incluso un cupo en lo que muchos quieren ver como un nuevo coto de caza de la política competitiva y bien remunerada: la “Convención constituyente”.