Esperanza y llamamiento a la dignidad de los pueblos oprimidos por un sistema injusto que busca «un nuevo colonialismo ideológico», que sumar al ya de por sí sistema capitalista excluyente. Francisco denunció «que «el sistema sigue negándoles a miles de millones de hermanos los más elementales derechos. Ese sistema atenta contra el proyecto de Jesús», y reclamó decir «no» a «una economía de exclusión e inequidad».