La hermosa palabra compañero
Como sabemos, las palabras en todos los idiomas o lenguas que se hablan actualmente en el mundo – también las que lamentablemente han dejado de hablarse -, registran la historia de la Humanidad, son vivos testimonios de la bella facultad de los seres humanos de articular sonidos, también de representarlos para el supremo acto social de la comunicación.
Chile. Sobre el gobierno de Allende y el Poder Popular: el libro de Franck Gaudichaud
[…] Hay mucho [escrito] sobre los partidos políticos, sobre el gobierno, sobre la intervención imperialista, etc. ¿Pero dónde estaban los que hicieron el proceso, los trabajadores, los sindicatos, los territorios y poblaciones? ¿Qué pasaba en las fábricas, en la base? Queda mucho por estudiar sobre lo que ocurrió en las regiones. Yo creo que es uno de ‘los tesoros perdidos de la Revolución Chilena’, estos es, hay que recuperar toda la riqueza de ese período que fue fiesta y drama, pero también fue mucha creatividad popular.”
Lo que fuimos, lo que somos
Cuando mi madre era obrera
aprendí otro diccionario:
militante, solidario,
compañero, compañera.
Pueblo, conciencia, bandera,
fuerza, poder popular,
lo tuvimos que olvidar
al detenerse la rueda,
cuando desde La Moneda
mi patria empezó a sangrar.
En el Wurlitzer de La Moneda no está la Internacional
Hay generaciones que crecieron escuchando en sus casas las palabras compañero/camarada. Durante años estos conceptos eran indicadores de relaciones fraternales entre una inmensa mayoría de personas, que se reconocían entre ellos como iguales.