Je suis Charlie (Yo soy Charlie)
Desafortunadamente esta barbarie [el asesinato de los periodista de Charlie Hebdo] no es el único atentado contra la libertad de expresión, ni contra – simplemente – la libertad. Bajo otros cielos, se preparan leyes liberticidas contra una libertad de prensa pasablemente inexistente.
El terror en París: raíces profundas y lejanas
Nada, absolutamente nada, justifica el crimen cometido contra el semanario parisino. Pero como recomendaba Spinoza hay que comprender las causas que hicieron que los jihadistas decidieran pagarle a Occidente con su misma sangrienta moneda.
Quienes fogonearon el radicalismo sectario mal podrían ahora sorprenderse y mucho menos proclamar su falta de responsabilidad por lo ocurrido, como si el asesinato de los periodistas parisinos no tuviera relación alguna con sus políticas. Sus pupilos de antaño responden con las armas y los argumentos que les fueron inescrupulosamente cedidos desde los años de Reagan hasta hoy.