Los líderes de ultra-derecha occidentales comparten un discurso similar: están en contra de la globalización, la que en las últimas décadas ha pauperizado a las clases medias trabajadoras. Curiosamente, se trata de una visión que originalmente fue concebida por la izquierda. Entonces, ¿qué ha sucedido en los últimos años para que una causa “progresista” se transformara en una bandera electoral de la extrema derecha?