La tristeza no es sólo brasilera
Brasil, más allá de sus fronteras, se identifica ahora con la cara de un dirigente político misógino y xenófobo, que no parece creíble en su moderación impostada de estas horas. Pero se legitimó en los comicios, y si cumple con la mitad de sus frases de campaña, llevará al país más grande de América Latina por un camino oscurantista, de imprevisibles consecuencias.
El peligro de Bolsonaro y del auge de la extrema derecha
Frente a la desmantelación de la democracia no es concebible el silencio, como dijo Martin Luther King, “no me preocupa el grito de los violentos… lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”. Es hora de oponerse al populismo autoritario y defender los derechos esenciales de todos y todas. La democracia, a diferencia de lo que proclama Bolsonaro -haciendo eco del lema de la bandera brasileña-, no debería reducirse a orden y progreso.
El ultraderechista Bolsonaro vence las elecciones con un 55% de los votos
El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó este domingo las elecciones presidenciales en Brasil con un 55,54% de los votos válidos y sucederá al mandatario Michel Temer el próximo 1 de enero para gobernar el país hasta 2022. De acuerdo a los resultados oficiales, cuando se ha escrutado el 94,44% del censo, Bolsonaro ya es presidente electo pues su ventaja no puede ser recortada por el progresista Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), quien obtuvo un 44,46 % de los votos válidos. Bolsonaro, es un capitán de la reserva del Ejército que defiende la dictadura que imperó entre 1964 y 1965 y es conocido por opiniones de talante racista, machista y homofóbico.
El fascismo se impuso en el ballottage brasileño. No hubo freno a Bolsonaro
El candidato de ultraderecha obtuvo el 55 por ciento ciento de los votos frente al 45 de Fernando Haddad, del PT y será el nuevo presidente de Brasil. Hubo 8 millones de votos nulos y más de dos millones en blanco. El misógino, homofóbico y apologista de la dictadura prepara un gobierno neoliberal y de mano dura.
Crónica de dos semanas en los grupos de WhatsApp de votantes de Bolsonaro
El tema ya venía siendo ubicado como pieza relevante de la campaña de Bolsonaro por algunos analistas políticos y de comunicación en medios escritos, pero sin mayores repercusiones. Este miércoles el New York Times publicó una columna en la cual se revelaron detalles del funcionamiento de la divulgación másiva de contenidos falsos por grupos de mensajería y el jueves finalmente la Folha de Sao Paulo le dio cobertura a la conexión entre empresas y el financiamiento de la estrategia de divulgación de noticias falsas.
Brasil: Elecciones en la guerra hibrida
Para impedir que el deseo de la mayoría de los brasileños de tener a Lula de nuevo como presidente de Brasil se concretara, la derecha ha optado por destruir al país. No le importan las consecuencias. Ya había abrazado a Michel Temer, a sabiendas de que es la cabeza de una banda de corruptos, con tal de sacar al PT del gobierno, retomando el ya fracasado modelo neoliberal. No le importan las consecuencias: la profunda y prolongada recesión, los 27 millones de personas, entre desempleados y gente que ya ni siguiera busca empleo.
Brasil: Bolsonaro se asume como dictador y amenaza a los opositores con la cárcel o el exilio
Somos la mayoría. Nosotros somos el Brasil de verdad. Juntos con este pueblo brasileño construiremos una nueva nación. No tienen precio las imágenes que veo ahora, de Paulistas y de todo mi querido Brasil. Perdieron ayer, perdieron en 2016 y van a perder el 28. Esta clase, si quiere quedarse aquí, va a tener que ponerse bajo la ley de todos nosotros. O van hacia la calle. Serán desterrados de nuestra patria. Creemos en el futuro de nuestro Brasil. Y juntos, en equipo, construiremos el futuro que merecemos.
Las democracias también mueren democráticamente
Los grupos de investigación brasileños denunciaron en el New York Times (17 de octubre) que de las 50 imágenes más difundidas (virales) de los 347 grupos públicos del Whatsapp en apoyo de Bolsonaro sólo 4 eran verdaderas. Una de ellas era una foto de Dilma Rousseff, candidata al Senado, con Fidel Castro en la Revolución Cubana. Se trata, de hecho, de un montaje hecho a partir del registro de John Duprey para el diario NY Daily News en 1959. En ese año Dilma Rousseff era una niña de 11 años. Apoyado por grandes empresas internacionales y por servicios de contra-inteligencia militar nacionales y extranjeros, la campaña de Bolsonaro constituye un monstruoso montaje de mentiras a las que difícilmente sobrevivirá la democracia brasileña.
Miedo en Brasil ante retorno de militares, esta vez por los votos
Un gobierno basado en las ideas y propuestas de Bolsonaro derivará en autoritarismo y violencia, teme el historiador Daniel Aarão Reis, profesor de la Universidad Federal Fluminense. El riesgo más evidente proviene de sus adeptos incontrolables, cuyas agresiones ya se multiplicaron por el país al acercarse su triunfo, destacó. Además “Es la vuelta al poder de los militares, ahora por vía electoral. En 1964 recurrieron a los tanques para tomar el poder a través de un golpe de Estado. En aquel entonces también tenían apoyo popular, pero la sociedad estaba dividida, las armas fueron decisivas”
Bolsonaro es una creación de la clase media
Esta nueva derecha no puede combatirse con argumentos ideológicos, ni aplicándole adjetivos como «fascista» que solo entiende una minoría militante formada en universidades. La clave está en la disputa viva de la vida cotidiana. Eso es lo que vienen haciendo en las últimas décadas las iglesias evangélicas y pentecostales, con un éxito sorprendente. Defienden un patriarcado fundamentalista, con la intención de retrotraer las relaciones sociales al siglo XIX. Han levantado miles de templos, sobre todo en los barrios pobres y favelas, desde donde proclaman sus verdades y han jugado un papel destacado en el crecimiento de la nueva derecha.