¡El éxodo industrial temido por muchos ha comenzado! Como consecuencia de la locura de la transición energética, la crisis del gas alimentada por las sanciones a Rusia y también como consecuencia del acoso burocrático de Bruselas, los «Verdes» y la UE pueden anunciar un primer gran «éxito»: El gigante químico alemán BASF, de importancia sistémica, quiere trasladar partes importantes de su producción de Europa a China y planea recortar puestos de trabajo en la planta de Ludwighafen.