El aprecio, o el desprecio, del sector dominante de una sociedad por los artistas en general, y por los escritores en particular, da cuenta del grado de podredumbre que son capaces de vehicular los amos. En su versión más amable, son mecenas. En su vertiente más brutal, represores, censores, verdugos de la creación. Un cuento de la vida real, de Edmundo Moure. Pa’ gozá.