El rechazo de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Coquimbo al proyecto minero Dominga de la empresa Andes Iron, ha generado reacciones destempladas y furibundas de diversos frentes y sectores, las que transparentan, al venir desde aquellos espacios, toda la escena económica chilena y sus lazos políticos. Dominga es tal vez un caso único en su clase. Concentra, tanto por su historia, desarrollo y condición, la quintaesencia de la corrupción en Chile y es la imagen perfecta del tipo de empresa que arrasa, en pos de la avaricia y de altas rentabilidades, y vía el pretexto argumentativo de la creación de empleos, con vastos territorios, comunidades, especies animales y vegetales y recursos naturales.