Los analistas que saben “de buena tinta” como se maneja el sistema político estadounidense en sus profundidades, que es donde realmente se toman las decisiones, descartan que Trump pueda ser destituido. Por dos razones fundamentales, la primera es que nunca antes ha ocurrido y la otra, mucho más tangible es que los republicanos tienen mayoría en el senado y no están dispuestos a hundirse con Trump de cara a las próximas elecciones para las que no tienen ninguna pieza de recambio.