Salvador Allende, un ejemplo que perdura
Pero en caso de que la otra parte, cuyas intenciones reales no estamos en condiciones de valorar desde aquí, se empeñase en una política pérfida e irresponsable exigiendo un precio imposible de pagar por la Unidad Popular y la Revolución, lo cual es, incluso, bastante probable, no olvides por un segundo la formidable fuerza de la clase obrera chilena y el respaldo enérgico que te ha brindado en todos los momentos difíciles; ella puede, a tu llamado ante la Revolución en peligro, paralizar a los golpistas, mantener la adhesión de los vacilantes, imponer sus condiciones y decidir de una vez, si es preciso, el destino de Chile.
La respuesta de Bachelet a los estudiantes: represión
La única respuesta que han encontrado los estudiantes hasta ahora, ha sido la represión premeditada de la policía militarizada chilena, que ya en dos oportunidades ha pretendido amedrentar a los estudiantes con el uso de armas de fuego. En la primera oportunidad un oficial de la policía uniformada utilizo su arma de servicio disparando al aire para dispersar a los estudiantes. Luego otro funcionario policial amenazo a los estudiantes con disparos como una forma de amedrentamiento. Al margen de eso, la policía militarizada suele utilizar personal de civil disfrazado de reporteros gráficos para detener estudiantes, también suele utilizar delincuentes encapuchados para iniciar las provocaciones en contra de los estudiantes.
Centenario de Allende
…mil días en que los olvidados de Chile, junto a su Presidente, y en ejercicio de un derecho radicalmente humano, se expresan como ciudadanía y opinión pública proclamando al mundo una plegaria insoportable para los polit(e)ólogos burgueses del Opus y la civitas dei: “¡Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra! ¡Tráenos tu reino de justicia e igualdad!” Tal “herejía”, no podía bajo ningún punto de vista permitirse en esta comarca llamada Chile, tierra “orgullosa” de su condición “humanista” y -sobre todo- “cristiana”.
¿Hay futuro en el capitalismo?
Hay quien afirma que el problema del hambre es causado por el exceso de bocas, y en función de eso proponen el control de la natalidad. Me opongo al control, pero soy partidario de la planificación familiar. El primero es compulsivo, el segundo respeta la libertad de la pareja. Y no acepto el argumento de que hay bocas en demasía. Ni falta de alimentos. Según la FAO el mundo produce lo suficiente para alimentar 11 mil millones de bocas. Lo que hay es falta de justicia, excesiva concentración de la riqueza en pocas manos y, ahora, etanol para abastecer vehículos en vez de alimentos para alimentar personas.
En el Centenario y Siempre, Seamos Como Allende
En el Centenario de su nacimiento
Ser Allendista en el umbral del siglo XXI, por último, significa reconocer que el mundo ha cambiado, que se vive una nueva época y que existen condiciones distintas. Adecuarse a las nuevas condiciones, sin embargo, no conlleva a renunciar a la lucha contra el sistema capitalista ni menos abandonar la aspiración de superar dicho modo de producción, por un proyecto alternativo de sociedad auténticamente democrática, libertaria y humanista que ya comienza a vislumbrarse en el horizonte de América Latina con el nombre de socialismo del siglo XXI.
Allende por Allende
Si el hombre de los países industrializados ha llegado a la Luna, es porque ha sido capaz de dominar la naturaleza. El problema es que, si bien es justo que el hombre ponga los pies sobre la Luna, es más justo que los grandes países -para hablar simbólicamente- pongan los pies sobre la tierra y se den cuenta que hay millones de seres humanos que sufren hambre, que no tienen trabajo, que no tienen educación. Por eso pienso que el hombre del siglo XXI debe ser un hombre con una concepción distinta, con otra escala de valores, un hombre que no sea movido esencial y fundamentalmente por el dinero, un hombre que piense que existe para la fortuna una medida distinta, en la cual la inteligencia sea la gran fuerza creadora.
Cuando América sienta el llamado de la historia, entonces hablaremos el lenguaje común
Pero la historia ya nos vinculó en los albores de nuestra lucha por la independencia. Y no lo traigo a colación por la generosa proposición de Fidel -que la ignoraba-. Lo digo porque es bueno entender que, antes que nosotros, otros hombres también sintieron la necesidad de ser solidarios. Cuando Cuba luchaba por su independencia, un chileno fue enviado por nuestro Gobierno para organizar un ejército que viniera a estar al lado de ustedes. Y yo leí a mi pueblo la proclama que Vicuña Mackenna entregara a conocimiento del mundo cuando llamaba a estar junto a los cubanos, al lado de ellos, en su lucha por su independencia.
Salvador Allende, un revolucionario para el siglo XXI
En el Centenario de su nacimiento.
En 2008 Salvador Allende regresa. Regresa el joven que fue capaz de asumir un compromiso temprano con los valores de la democracia y del socialismo y que consagró toda su vida a hacerlos realidad. Regresa el diputado y el senador que impulsó numerosas iniciativas para mejorar las condiciones de vida de las clases populares. Regresa el militante socialista que dedicó sus energías a unir a la izquierda en torno a un programa político para transformar la realidad chilena.
La Europa del capital prepara la expulsión de inmigrantes
Para la mayoría de los europarlamentarios no hay fronteras para el capital, ni tampoco para la repatriación de las ganancias, ni siquiera para los vuelos secretos con prisioneros clandestinos. Sí las hay, reforzadas y con sofisticados sistemas de vigilancia y control para los “indeseables”: para los seres humanos que huyen de la miseria, de las situaciones muchas veces creadas por las distintas formas de colonialismo, de guerras alentadas por intereses extranacionales y sostenidas con fusiles, minas y bombas fabricadas y vendidas por los países “desarrollados”
Si la solidaridad es la ternura de los pueblos…
Esto… ¿ qué es ?…
Joyas en el gabinete del obispo
Muchas críticas había generado la integración del cuerpo de ministros designados por el obispo Fernando Lugo, el cual fue calificado por partidos de la izquierda ortodoxa como un fiel reflejo de la línea conservadora y neoliberal que marcó su proyecto desde la campaña electoral. Un gabinete compuesto, en su mayoría, por fieles exponentes del neoliberalismo fue el resultado final de dos meses de deliberaciones y de dos años de propaganda mostrando al candidato como un clérigo marxista, exponente de la teología de la liberación.