Si Occidente puede perdonar a un gobierno árabe que bombardea Yemen, podemos seguir perdonando a un gobierno israelí que bombardea Gaza. Si podemos volver al negocio con árabes que encarcelan mujeres que exigen derechos humanos y matan a un periodista, entonces podemos seguir haciendo negocios con los israelíes que bombardean Gaza o matan a sus periodistas (y a sus médicos y enfermeros).