La última semana, la agenda pública ha estado marcada por hechos, opiniones y comentarios que, de alguna u otra forma, reivindican el legado del dictador Augusto Pinochet. Expresiones como la de la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores, quien asegura estar orgullosa de ser pinochetista, parecen no ser aisladas, sino que representan a un sector relevante de la población en nuestro país.