Los viajes en el Metro en las horas punta constituyen un desagradable apretujamiento para millones de santiaguinos. Además, con ello se provoca un problema más grave y fácilmente evitable. Este es, el de la inevitable situación de acoso físico entre hombres y mujeres; acoso que en la inmensa mayoría de los casos no tiene ni el más mínimo carácter voluntario pero que igualmente se produce por razones físicas elementales