Finalmente, el cambio tan esperado de Gabinete se ha producido. ¿Algo esperado? No. De ninguna manera. Y, en verdad, poco importa que tales cambios hayan o no sido esperados. Porque los intereses de quienes están a cargo de la nación no siempre coinciden con los de aquellos que miran desde la galería lo que sucede en la escena política de la nación.