En uno de los momentos más duros de la represión, uno de los carros policiales atropelló a un manifestante y literalmente lo aplastó contra otro móvil policial, situación que generó una violenta reacción de los presentes. Forzaron, arrojándole todo tipo de objetos, al conductor del carro policiales a buscar rápidamente un punto de fuga, mientras otros manifestantes intentaban reanimar al atropellado. El afectado fue trasladado a la ex Posta Central, donde un equipo médico constató que el sujeto sufrió fracturas en ambas caderas.