El asesino de la ciudad fronteriza de El Paso actuó motivado por la verborrea xenófoba del presidente Donald Trump. Su retórica despectiva hacia los inmigrantes ha servido para exacerbar los ánimos, para propagar sentimientos abiertamente racistas. Es un mensaje tóxico que discrimina a la gente por su raza, por su religión, por su orientación sexual, por su condición de inmigrante, por su país de origen, que insulta a ciertas naciones africanas.