El diseño político neo liberal de nuestra época, ha fomentado el desastre del  pensamiento humano en lo individual, familiar, social, político, económico, para alimentar la avaricia de unos pocos que lo rentabilizaron todo.  Ni los muertos pueden descansar en paz. Los empresarios a cargo de los cementerios aprendieron a rentabilizan el dolor. […]  El poder del dinero ha ido expropiando el rol del ciudadano en las sociedades democrática, instalándose en la gran banca privada y en sus conexiones con los poderes fácticos.