La represión contra las protestas antigolpistas llegó hoy en Bolivia al extremo de perseguir a sus víctimas más allá de la muerte, pues se lanzó contra una marcha que llevaba ataúdes de abatidos a balazos hace dos días.
Una multitudinaria manifestación descendió de la vecina ciudad de El Alto cual cortejo fúnebre, hacia el centro de La Paz, con el fin de rendir tributo en la Plaza Murillo (principal) a los caídos y cuando estaban a tres cuadras del lugar, se desató la represión.