Mientras que en las políticas oficiales de adaptación predominan estrategias tecnológicas y medidas para mejorar las bases de datos sobre las transformaciones ambientales futuras, desaparece el contenido político real de la vulnerabilidad y de los procesos de adaptación. Pero los procesos de adaptación son inherentemente procesos conflictivos, en los cuales se dan disputas sobre quiénes tienen y regulan el acceso al agua, a la tierra, a los bosques, etc., y quiénes determinan las formas y las prácticas de uso de estos recursos.