El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se había comprometido a renunciar si alguien presentaba pruebas de que su país compra crudo al Estado Islámico (EI). Este miércoles, el Ministerio de Defensa ruso ha ofrecido evidencias de que el crudo que los terroristas extraen de manera ilegal en Siria termina en Turquía. Moscú ha ofrecido imágenes y videos de todo el proceso y ha señalado que la «élite» turca está involucrada en este «delito».