5 de junio de 1925
Dado que la rendición de los obreros no fue aceptada estos decidieron defenderse hasta donde le permitieran sus fuerzas. Un antecedente importante a tomar en consideración y que da cuenta del desproporcionado uso de la fuerza en contra de los trabajadores, es el hecho de que el ejército no  contabilizo ninguna baja en sus tropas, en cambio los obreros muertos a raíz del bombardeo  y posterior represión son estimados según la memoria histórica popular por sobre los dos mil, los informes diplomáticos ingleses de la época hablan de entre 500 y 800 personas asesinadas, mientras que la oficialidad chilena solo reconoce entre 48 y 59 muertos.