“En Chile, desde la caída de Salvador Allende y la pérdida de la democracia no ha habido gobiernos de izquierda, ni alianzas con ninguna izquierda. Si se mira sin prejuicios históricos y poniendo sobre la mesa los programas concertacionistas más sus realizaciones, se verá que lo que se ha dado en los hechos es una ratificación con profundización del modelo  e imperativo social y político neoliberal-pinochetista, con absoluta hegemonía ideológica de la derecha y con subalterna edulcuración de una socialdemocracia,  que más bien ha lucido como una sucursal de un liberalismo cargado al londinense, claro que menos honrado”