En un artículo que escribiera hace ya un par de años para este mismo periódico mostré que era necesario, 42 años después del Golpe cívico-militar, hacerle una crítica, tanto estética como ideológico-política, al monumento «oficial» al Presidente Allende, que como todo el mundo sabe, se encuentra ubicado en la ciudad de Santiago, a un costado del Palacio de La Moneda, en la esquina nororiente de la Plaza de la Constitución.