«Él me obligó a abortar, y no sólo una vez, tres veces», relató la teóloga que sufrió los abusos del jesuita entre 1985 y 1993. «Quiero contar mi historia porque me siento responsable de otras víctimas, el dolor de las noticias que hemos visto, de tantos abusos, no solo en contexto eclesiástico, sino también en la sociedad civil, ha sido muy duro. Yo creo que contando algo de mi historia puedo ayudar a esas personas a salir de su dolor», dijo.
«Fueron ocho años de martirio, de sufrimiento, me fue despedazando, arrasando, hasta que no quedaran nada de mí«, aseveró.