Pedro Sánchez, presidente del gobierno español por narices, no elegido por nadie, mal parido en una moción de censura en el Parlamento, –moción asistida luego por abstenciones piadosas guiadas mucho más por el cabreo hacia Rajoy que seducidas por la ausencia de su programa–, Pedro Sánchez digo, que se niega rotundamente a convocar en España elecciones parlamentarias que perdería, conmina a Maduro a convocar elecciones en Venezuela antes de ocho días, no cumplido lo cual reconocería al agitado del colédoco Juan Guaidó. Si los militares venezolanos no tiemblan…