Junto a la tendencia económica neoliberal a la formación de glandes bloques de países, dominados por poderosos bancos – FMI, el Banco Mundial y el Banco Europeo, entre otros – en los Estados-Naciones comienza a producirse un movimiento de ruptura, que tiene profundas raíces culturales e históricas, procesos que parece difícil de detener, pues a pesar de las campañas de terror, las ideas autonómicas, arraigadas en los pueblos son más poderosas que el absolutismo de los bancos.