Con la anulación de los acuerdos, Marruecos perderá acceso preferencial al mercado europeo para los productos provenientes del Sáhara Occidental, lo cual podría tener un impacto considerable en su economía. Además, la incertidumbre generada por esta decisión podría afectar las inversiones extranjeras en el país, especialmente en sectores relacionados con la agricultura y la pesca.