El extravío de documentos del archivo de la Brigada de Homicidios Metropolitana suscita la sospecha de se trabajó con falsificaciones de los respectivos documentos originales extraviados por el II Juzgado Militar (15) y por aquella Brigada (8), respectivamente. Esta sospecha se acrecienta si se tiene en consideración que en el sumario no consta que el instructor Carroza ordenase investigar el destino de los documentos originales “extraviados” ni requiriese a la susodicha Brigada la transcripción del “Folio No. 31. Servicio de Guardia del 11 al 12 de septiembre de 1973. Párrafo No. 1” del Libro de Sitios de Suceso de su cuarta Inspectoría, para contrastarla con las presuntas copias de los documentos originales “extraviados”.