En un libro próximo a ser publicado, Timochenko refiere que cuando ya las conversaciones habían comenzado y se produjo el ataque en el que murió el Comandante General de las FARC, Alfonso Cano, el más ferviente partidario y promotor de la paz dentro de la organización guerrillera, su primera reacción fue abandonar la mesa de negociaciones. Reconoció que fue el Comandante Hugo Chávez quien le recomendó que no lo hiciera, insistiéndole en la necesidad de la paz para el pueblo colombiano. De manera que no ha sido desde Venezuela de donde han salido los espíritus guerreristas, Venezuela jamás ha financiado un Plan Colombia contra los campesinos y el pueblo del país vecino.