Actualmente, quienes estamos en otra línea pastoral –me refiero a una Pastoral mas inclusiva, liberadora y participativa- no somos bienvenidos todavía, pese a los esfuerzos que hemos hecho. Somos una piedra en el zapato, porque tratamos de pensar con cabeza propia, buscando autonomía de gestión, formación integral, participación social, política y económica, además, de inserción y protagonismo pastoral, con voz y voto. Todavía no son los tiempos para una nueva Iglesia local, pero el Espíritu se encargará de suscitarlo. El Espíritu Santo no solo actúa en los Sacramentos, sino también en los nuevos signos de los tiempos.